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Mucho "cariño" por el aguacate.

Actualizado: 27 nov 2023

Las limitaciones son netamente percepciones mentales, ya que los seres humanos poseen la habilidad de superar cualquier desafío que se les presente. Un ejemplo inspirador es Laura Zapata Ortega, una soñadora apasionada por el aguacate, la parrilla y las mándalas. Amante de los canales de cocina y de tocar la batería. Esta “emprendedora” como ella misma se denomina mientras nos cuenta su historia, posee una capacidad extraordinaria a la hora de cocinar. Aunque algunas personas la perciben como alguien con Síndrome de Down, para quienes la conocen de cerca, Laura es una mujer excepcional con “la vena emprendedora” como le llama a su espíritu ambicioso innato y un talento culinario impresionante en la transformación de alimentos. Su madre, su compañera de vida, decidió apoyarla en su viaje emprendedor y ahora cuenta con un restaurante de cocina de autor y una marca propia de productos a base de aguacate que lleva más de 7 años.



Por: ISABELLA ZAPATA PÉREZ


¿En qué momento descubriste tu interés por la cocina?

“Desde muy pequeña empecé con el cuento del guacamole. El aguacate es una fruta muy versátil, yo lo veía en cremas para el cabello o en champús, y yo quería hacer lo mismo, pero con la comida, transformarlos, así como cuando los mezclo con maracuyá, cebolla caramelizada y demás ingredientes, lo que yo más quiero es cocinar, transformar y dar sabor.”


¿Cuál es el papel de tu madre en todo este proceso?

“Cariño”, como yo le digo, es mi compañera, mamá y papá al mismo tiempo, ella y yo somos un equipo y todo lo hemos hecho juntas. Ella dejó a un lado sus trabajos para apoyarme con LauraCate, mi mamá siempre ha sido mi mayor apoyo. Ella no se veía emprendiendo, cariño, no tiene la vena emprendedora porque no le gusta mucho la cocina que digamos, pero decidió apoyarme.”


¿Cuándo surgió la idea de emprender con LauraCate?

“En algunos talleres que hice con mi mamá para definir en que iba a enfocar mi vida adulta, surgió la idea de querer montar mi propio negocio de guacamoles y no trabajar para nadie, quería ser chef. Además, en lo económico quería ver reflejado las ventas del negocio de guacamoles, para mí fue muy claro lo que quería hacer. Yo quería ser emprendedora, nunca me vi trabajando para nadie y eso fue un alivio para mi mamá porque solo el 2% de personas con discapacidad tiene ocupación laboral en Medellín, ya sea discapacidad mental cognitiva, Síndrome de Down u otras enfermedades.”


¿Cuándo nació LauraCate?

“Es un emprendimiento de productos a base de aguacate que nace en el 2016, tenemos una línea de guacamole, una salsa de aguacate con cebolla caramelizada, aguacate con maracuyá y paletas de aguacate con yogur griego.”


¿Cómo fue tu proceso académico?

“Yo no tengo título de bachiller, ya que, mi educación se basa en competencia. Cariño encontró una escuela que seguía el método Waldorf, el cual fomenta el aprendizaje individual a través de actividades dinámicas. Sin embargo, esta escuela cerró, y mi mamá decidió continuar mi educación personalmente, hasta que yo lograra unos objetivos de acuerdo con los procesos que yo llevaba en el anterior colegio. A los 19 años, ya tenía unas competencias similares a las de una chica recién graduada. La única diferencia era que yo no tenía el título."


¿Qué obstáculos trajo para ti no tener el título de bachiller?

“Ya el reto era cumplir mi sueño, pasar por la universidad sin tener un título de bachiller y encontrar una institución educativa que tuviera el modelo de educación por competencias. Cariño y yo visitamos todas las universidades que tenían programas de alimentos y gastronomía, pero en todas me cerraron la puerta por lo mismo, no tenían ese modelo, solamente en la Mariano.”


“Solo el 2% de personas con discapacidad tiene ocupación laboral en Medellín” afirma Laura, emprendedora, quien con su capacidad trabaja día a día para incrementar estos números


¿Cuánto tiempo estudiaste?

“Fueron cuatro semestres, ahí tenía una educación regular, calificaciones iguales, los salones era dependiendo del semestre que estuviera. O sea, no había distinción. La única diferencia era que no tenía exámenes teóricos, sino que todos los exámenes eran prácticos, de resto estaba en mi salón con mis compañeros, como una estudiante común y corriente. Mi mamá tenía mucho susto por la carga académica, si iba a aguantar el ritmo o no. Primero estuve una jornada cortica y después medio tiempo, luego de la primera semana pedí tiempo completo, yo quería hacer mi semestre completo y al final resulte haciendo lo mismo que hace todo el mundo, 8 horas.”


¿Qué fue lo que más te gusto de estudiar gastronomía y como viviste ese proceso?

“Las pasantías, después de los dos años tuve un proceso de práctica y fue muy bonito porque se me metió en la cabeza que las tenía que hacer. Insistí hasta que me dieron permiso, montaron el proceso para acompañarme y me buscaron un sitio para hacer las pasantías y terminé en el San Fernando Plaza, el hotel y allá hice 6 meses de práctica. Había 5 áreas, pero me entraron al nivel de los patinadores y yo en este espacio cumplía varios roles, para mí era una sorpresa el día a día, dónde iba a terminar, como ellos tienen como 5 cocinas distintas, rotaba por todas, fría, caliente, repostería, pastelería, chocolatería, era toda una ciudad.”


¿Qué hace un patinador?

“Como ya hay gente fija, un patinador puede estar moviéndose entre cocinas ayudando a los chefs, era la forma en que le decían a los practicantes. Una vez alguien tenía problemas y pidió salir de la cocina, yo quise reemplazarlo y hacer horas extras, solo quería cocinar, aprender mucho.”


¿Cuándo creaste algunos de tus primeros productos?

“Desarrolle un producto cada semestre, tenía una materia que se llamaba desarrollo de productos. Hice un acuerdo para que me dejaran desarrollar productos solo a base de aguacate. El primer semestre hice la mantequilla de aguacate, en el segundo, las paletas de aguacate, en el tercero, el Mousse de aguacate y en el cuarto, la tartaleta de aguacate.”



¿Cuál era tu sueño después de graduarte?

“Mi objetivo siempre había sido abrir un restaurante, no me quería quedar solo con LauraCate, pero mi mamá siempre me decía, << No Lau, tú no vas a montar un restaurante, te vas a quedar con las salsas de Aguacate y te vas a formar porque necesitas formarte para poder montar un restaurante, yo no voy a abrir un restaurante sin que tú estés formada, porque yo no soy experta en eso y tú tampoco. >> Mi meta después de graduarme era poder abrir el restaurante, lo que hoy en día es Amapla – cocina de autor.”


¿Dónde está ubicado Amapla?

“Amapla está ubicado en la estrella, en el Mall plaza, abrimos en octubre del año pasado y puedo decir que nos va muy bien, hemos tenido una gran acogida.”


Laura, ¿Por qué Amapla? ¿De dónde surgió el nombre?

“AMAPLA es un acróstico que construí con mis "palabras mágicas", son las que más me representa, por eso nos va tan bien. A de amor, MA de magia, P de pasión y LA de Laura. Amor, magia y pasión de Laura por la cocina, eso significa el nombre. Además, la manito izquierda que está dibujada en la p es mía, porque yo soy zurda y Steven, mi socio también.”


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